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RUTA A LA BRETAÑA 5ª Parte: Morlaix → Tregastel → Paimpol → Cap Fréhel → Saint Maló.

 RUTA A LA BRETAÑA 5ª Parte:  Morlaix → Tregastel → Paimpol → Cap Fréhel → Saint Maló.

Continuábamos la ruta por la Bretaña, de momento nos estaba dejando un buen sabor de boca y con la excepción de un par de sitios que que no nos gustaron mucho el resto estaba a la altura de nuestras expectativas incluso algún lugar nos sorprendió mas de lo que esperábamos, de momento íbamos bien de tiempo y seguíamos con la ruta marcada inicialmente. Nuestro próximo destino era Morlaix.

MORLAIX



Pasamos la noche en un área de autocaravanas de Le Bourg, Saint-Rivoal, un área que si nos despistamos nos la pasamos de largo ya que está un poco escondida entre los arboles, tiene todos los servicios gratuitos excepto la electricidad que no tiene enchufes. Es un área muy tranquila aunque este al lado de la carretera ya que hay muy poco transito, es de agradecer que los ayuntamientos tengan este tipo de instalaciones, bravo por ellos. (Clic sobre la imagen para ver ubicación)


Llegamos temprano a Morlaix y nos dirigimos al área que tienen junto a un gran supermercado en el cual aprovechamos para hacer unas compras, es gratuito el aparcamiento el resto lo desconozco ya que como veníamos de la otra área lo teníamos todo al día y lleno, es posible que solo se pague por llenar agua. (Clic sobre la imagen para ver ubicación)



Habíamos intentado aparcar en alguno de los parking de la ciudad pero nos fue imposible con las limitaciones de altura que tienen en las entradas de los parkings, pero desde el área de autocaravanas no hay mucha distancia en 5-10 minutos andando nos pusimos en el centro del casco antiguo que era la parte de Morlaix que queríamos visitar.


Morlaix es una ciudad francesa con cerca de 15.000 habitantes perteneciente al departamento de Finisterre, en Bretaña, está situada a orillas de la ría de Morlaix, en el norte de Bretaña, en los límites entre las antiguas regiones de Léon y de Trégor.


La ciudad cuenta con numerosos monumentos históricos y artísticos, uno de los principales es el casco antiguo en el que podremos ver las casas típicas de entramado de madera muy bien conservadas, también la iglesia de Saint Mélaine, Saint-Mathieu y San Martín de los Campos. También destaca el antiguo convento de los Jacobinos.



En el paseo principal conviven edificios de épocas diferentes y todos bien conservados.



Llegamos al centro del casco antiguo y ya empezamos a ver a lo lejos otro de sus principales atractivos turísticos de Morlaix su viaducto.


En Morlaix también se han apuntado a el Street Art una manera de convertir las calles en salas de arte, a nosotros nos gusta mucho este tipo de arte en las calles, no se puede comparar con los grafiteros que destruyen el encanto de ellas..









El principal atractivo turistico de Morlaix es su imponente viaducto de granito del siglo XIX (1861-1864) construido para el ferrocarril de París a Brest. El viaducto, con 292 mts de longitud y 58 mts de altura, permite salvar el encajonado valle en el que se desarrolló la ciudad.






Otro de los atractivos de Morlaix es la iglesia de Saint Mélaine que esta justo debajo de el viaducto.



Según cuenta la historia de esta iglesia en Wikipedia la capilla de Santa María (mas tarde llamada de Saint-Melaine), en Morlaix, estuvo inicialmente incluida en la parroquia de Ploujean. A mediados del siglo XII, fue donada, con todas sus dependencias, a la abadía de Saint-Melaine de Rennes por Guyomarc'h III , vizconde de León. El hijo de este último, Hervé II, confirmó la donación en 1154. Por tanto, entre 1149 y 1157 se fundó un priorato de Saint-Melaine. Su dominio incluye toda la parte de la ciudad situada al noreste de Jarlot, así como los pueblos de La Madeleine y Troudousten. La capilla Sainte-Marie se convirtió en la iglesia prioral de Sainte-Marie y luego en Notre-Dame. No sabemos cuándo se secularizó el priorato. Notre-Dame, también conocida como Saint-Melaine, se convierte en iglesia parroquial.




Sigue contando la historia que en la segunda mitad del  siglo XV, la población de la parroquia aumentó repentinamente. Los feligreses declararon que la iglesia era demasiado pequeña y estaba en ruinas. Decidieron derribarlo y construir un nuevo edificio sin interrumpir el ejercicio del culto. A todos los feligreses se les asigna un “  tamaño de iglesia ” para garantizar la financiación. Además, vienen las donaciones de los burgueses ricos.


Después de Philippe Beaumanoir, continúan las obras del campanario. En 1564 se instaló un reloj. La torre no se completó hasta 1574. Está cubierta con una cúpula renacentista de plomo, rematada con una linterna. En 1610 y 1611, Lozesh pintó la bóveda con paneles del pórtico sur y el tímpano interior.


Los canteros se pusieron a trabajar 1489. Comienzan, “con toda probabilidad  ”, por el pórtico sur. A la entrada de este pórtico, dos ángeles sostienen un cartel en el que podemos leer: “En el año mil cuatrocientos ochenta y nueve fue fundada por Dios esta iglesia”. Al año siguiente, entre los canteros había tres miembros de la misma familia, los Beaumanoir: Beaumanoir le Vieil, Étienne y Beaumanoir le Jeune. De 1511 a 1516, Philippe Beaumanoir dirigió la construcción de la torre, última fase de la obra estructural. Se trata efectivamente de una torre, y no de un “campanario-muro Beaumanoir ”. Nicolas Coetanlem no olvidó esta iglesia en su testamento.





Durante la Revolución, la parroquia de Saint-Melaine fue abolida. La iglesia está cerrada al culto. Se convierte en una tienda de alimentos . En la época del concordato, las tres parroquias de Morlaix estaban unidas en una sola: Saint-Mathieu. La parroquia de Saint-Melaine se restableció en 1856. En 1879 la cúpula renacentista de la torre fue destruida. Se sustituye por una flecha de madera recubierta de zinc fundido.


En 1943, una bomba cayó en el jardín del presbiterio, provocando importantes daños en las naves norte. Se están llevando a cabo trabajos de reconstrucción. Se construyó una sacristía más grande.



Seguimos con la visita por el casco antiguo de Morlaix y como no, nos paramos a tomar un pequeño refrigerio en uno de sus bares con sus terrazas al sol que en esta época del año se agradece ya que aun no hace mucho frio.





Esta zona de Morlaix parece que se a detenido en el tiempo, hemos conseguido alguna foto de principios de siglo XIX y está exactamente igual que estaba, esta zona es famosa también por las batallas que se libraron durante la segunda guerra mundial para destruir el viaducto. 



De camino a la autocaravana pudimos ver mas obras de arte en plena calle todo un lujo para nuestros ojos.


Nos pusimos en marcha de nuevo para dirigirnos a nuestro próximo destino: Tregastel.

TREGASTEL



Trégastel es una comuna francesa situada en el departamento de Côtes-d'Armor, en la región de Bretaña. Es un atractivo turístico por su estación balnearia situada en la costa de granito rosa, Trégastel tiene alrededor de 2.400 habitantes. La población de Tregastel se multiplica por cinco en la temporada de verano. Una de cada dos viviendas de la zona es una segunda residencia utilizada mayoritariamente en épocas de verano.




Dejamos atras Tregastel y nos fuimos hasta Paimpol para ver su abadía o lo que queda de ella.

ABADÍA DE PAIMPOL


Aparcamos nuestra autocaravana en un lugar que tienen habilitado para ello, no se puede pernoctar, nuestra idea era solo visitar la Abadia de Beauport, esta a escasos 50 mts. de la entrada del recinto.


Según cuenta la historia en Wikipedia la a Abadía de Beauport es una antigua abadía de canónigos premonstratenses , fundada a principios del siglo XIII, que se levanta en el territorio de la comuna francesa de Paimpol , en el departamento de Côtes-d'Armor , en la región de Bretaña .


Sus funciones pastorales, judiciales y económicas se extienden desde la isla de Bréhat hasta Saint-Brieuc y una veintena de parroquias, nueve de ellas en Inglaterra. Es también un señorío marítimo con derechos sobre el mar desde la isla de Saint-Riom hasta la punta de Guilben.


Reconecta con las instalaciones costeras e insulares de los inicios del monaquismo celta. Esta situación asegura su prosperidad en un entorno complejo y diverso. Del siglo XIII al XV, se desarrolló rápidamente, sus cánones dependían directamente de que el Papa poseyera alta y baja justicia sobre sus vasallos. Este importante señorío deja su huella en el paisaje con la construcción de diques y terraplenes, aprovechamientos hidráulicos y la explotación de la sal. Participa en el desarrollo económico concediendo préstamos y está presente desde el inicio de la gran pesca de altura hacia Terranova e Islandia.


En el siglo XVI, la abadía fue puesta al mando de abades nombrados por el rey, deteriorándose su situación y a principios del siglo XVII, el abad de La Lucerna se encargó de reformar Beauport. Priores enérgicos restauraron el gobierno y los edificios. En 1698, la enseñanza de filosofía y teología le dio influencia espiritual e intelectual; pero a partir de 1763 el edificio cayó en mal estado, los conflictos y las pruebas se multiplicaron y las vocaciones colapsaron, de modo que la situación de la abadía era mala cuando llegó la Revolución. En 1790, la abadía fue vendida y permaneció en manos privadas hasta su compra en 1993 por el Conservatorio del Litoral, que implementó medidas de protección.


Esta Abadía nos recordaba y mucho a una que habíamos visto hacia pocos días, la Abadía de Saint Mathieu en Plougonvelin.



La Abadía de Beauport está clasificada como monumento histórico desde 1862 y el sitio está protegido por el Conservatorio del Litoral desde 1993.


En 1836, Prosper Mérimée en sus Notas de viaje por el Oeste de Francia mostró el mayor interés por el primer estilo gótico del refectorio y de la sala capitular, cuya conservación propuso. Desde 1869, ocupa un lugar reconocido en la historia de la arquitectura gracias a Arcisse de Caumont que, en su Abécédaire, o rudimentos de arqueología,  la presenta como el prototipo de la abadía medieval de los siglos XII y XIII. Plan homogéneo y regularmente ordenado. Hoy en día, aunque parcialmente en ruinas, sigue siendo uno de los sitios monásticos más completos de Bretaña.











Su interior se puede visitar aunque nos pareció excesivamente cara la entrada por lo que decidimos no entrar y continuar su visita por el exterior.



El monasterio está construido en un terreno de 70 hectáreas que desciende hacia el mar con un muelle que forma un puerto y un doble cinturón de murallas. Testigo de la especificidad de los establecimientos monásticos en un entorno costero, debe su reputación al carácter grandioso de sus ruinas, a su colorido y a su unidad de estilo. Filial de una abadía normanda, es un monumento de la arquitectura gótica normanda importada a Bretaña.




La Abadía de Beauport es un punto de partida del Camino de Santiago de Compostela que está a unos 1800 kilómetros de distancia.



Acabamos aquí la visita a la Abadía de Beauport y nos pusimos en marcha hasta nuestro próximo destino: Cap Frehel pero antes pasamos la noche en un área de autocaravanas de: (cuesta un poco el escribir el nombre :-) ) Châtelaudren-Plouagat, el área es muy tranquila y bien delimitada, tiene todos los servicios gratuitos, pernocta incluida, la electricidad se paga aparte y tiene un punto de luz para autocaravana, hay espacio para unas 6 autocaravanas pero al estar cerca de otro parking no hay problemas para aparcar. El pueblo es muy bonito y tiene tiendas para hacer las compras y centros comerciales con servicios de lavandería. (Clic en la imagen para ver ubicación).


CAP FRÉHEL


Según cuenta la historia de Cap Fréhel en wikipedia el cabo Fréhel es una punta de arenisca rosa de relieve accidentado que separa la bahía de Saint-Brieuc al este de la bahía de Saint-Malo, en la costa de la Mancha. Está situada en la comuna de Plévenon y no en la vecina comuna de Fréhel, como podría sugerir el nombre de esta última, en el departamento francés de Côtes-d'Armor. 


Desde septiembre de 2019, el sitio Le Cap d'Erquy-Cap Fréhel (Côtes d'Armor) recibe oficialmente durante 6 años la etiqueta Gran Sitio de Francia, otorgada por el Ministerio de la Transición Ecológica y Inclusiva. Esta decisión reconoce el trabajo realizado para preservar sus paisajes excepcionales, mejorando al mismo tiempo la recepción del público.


Cap Fréhel fue la residencia francesa del autor franco-sirio Riad Sattouf, quien lo describió en su serie de cómics L'Arabe du futur.



El faro actual, reconstruido en 1946 después de ser destruido por las tropas alemanas en agosto de 1944 durante la segunda guerra mundial.  Fue inaugurado en 1950, tiene 32 metros de altura y su foco domina el mar desde 103 metros de altura. En un día despejado, su luz es visible a más de 100 kilómetros de distancia.






Este cabo se encuentra entre los más impresionantes de Bretaña: el acantilado domina el mar con unos 70 metros de altura.



A lo lejos podemos ver una gran cantidad de molinos de viento que generan energía eólica que después es distribuida por la zona.


La costa escarpada y rocosa del cabo alberga numerosas cuevas marinas, llamadas localmente "swells". Los cuentos y leyendas recopilados por Paul Sébillot en el siglo XIX especifican que estas cuevas estaban pobladas por hadas maravillosas.

Las cavidades son accesibles a los peatones, durante la marea baja, y por los kayakistas de mar, durante la marea alta.


A la derecha de Cap Fréhel podemos ver a lo lejos el Fuerte Latte otro de los atractivos turísticos de la zona.



Durante la Segunda Guerra Mundial, en el cabo Fréhel se encontraba una estación de radar; hoy en día sólo quedan unos pocos fortines escondidos entre la espesura. Las galerías ahora albergan gran cantidad murciélagos.

El 14 de agosto de 1944 la 28.ª División de Infantería estadounidense recibió la tarea de atacar a las fuerzas alemanas que ocupaban el cabo Fréhel. Las tropas aliadas llegaron a Plévenon por la tarde y al día siguiente, 15 de agosto, con la ayuda de combatientes de la resistencia del FFI, atacacaron la estación de reconocimiento aéreo de Frosch. Los alemanes se rindieron hacia el mediodía, 293 soldados alemanes fueron hechos prisioneros.
El faro actual fue construido entre los años 1946 y 1950, actualmente está en obras para su conservación.



El cabo Fréhel está clasificado por su interés ornitológico y por el buen estado de conservación de los páramos costeros.


Una vez finalizada la visita a Cap Fréhel nos dirigimos hasta el mítico Saint Maló.

SAINT MALÓ


Llegamos a Saint Malo por la tarde y por poco nos vamos sin visitarlo, los dichosos limites de altura estaban por todos los parkings que fuimos viendo incluso alguno de la zona portuaria que no había limitación de altura estaba explícitamente prohibido para autocaravanas, cuando ya nos íbamos y a unos tres kilómetros de la entrada de la ciudad vimos un parking de pago en el que se podían aparcar autocaravanas y allí la dejamos, un poco lejos pero valía la pena la caminata hasta el casco antiguo de Saint Maló.


Saint-Malo es una comuna francesa, situada en la región de Bretaña en el departamento de Ille y Vilaine, de donde es una subprefectura.





Saint Maló es conocida por su ciudad cercada y su relación con el mar, la ciudad es una de las más visitadas de Bretaña y su población alcanza los 200. 000 habitantes en verano. Fruto de una rica historia marítima, es un puerto importante (de recreo, de pesca, de comercio y de viajeros) y un centro económico. Su centro histórico tiene la particularidad de estar amurallado completamente, con una construcción que se remonta al siglo XIII.


Las puestas de sol en Saint Maló son espectaculares.



Si hacemos un poco de historia Wikipedia dice que Saint-Malo se remonta a la época gala: los corosiolitas ocupan el sitio en primer lugar. Bajo la influencia romana la ciudad de Corseul (tierra adentro) se desarrolla quitándole habitantes y recursos a Alet. Pero Alet sigue siendo un puerto importante a tal punto que en el siglo III después de Cristo los romanos deciden fortificarla. En esa época la isla donde en el futuro estará Saint-Malo sigue deshabitada.

Cuando se retiró el ejército romano (16 de enero de 423) Alet sufre de varios ataques venidos del norte. Es después que Saint-Malo viniendo del actual Gales, se instala sobre la isla que toma el nombre de Saint-Malo en.

El nombre de esa localidad francesa es un homenaje a Saint-Malo (en castellano, san Maclovio, del bajo latín Maclovius), un monje nacido en Gales hacia fines del siglo VI, que fundó varios monasterios en la Bretaña francesa.




Durante la Alta Edad Media el asentamiento más importante de la zona siguió siendo la ciudad de Aleth, donde se construyó una catedral carolingia, hasta que los repetidos ataques normandos hicieron que la población se refugiara progresivamente en Saint-Malo, a donde se trasladó igualmente la sede episcopal a mediados del siglo XII. Saint-Malo creció y se configuró durante el resto de la Edad Media como un importante puerto que disfrutó de su situación a caballo entre el ducado de Bretaña y el reino de Francia. Es así como pasó varias veces del dominio bretón al francés a finales del siglo XIV y durante el siglo XV, conservando sin embargo una marcada autonomía que le llevó a declararse independiente durante breves periodos. Buena prueba de este espíritu de independencia es el lema: "Ni bretón ni francés: malvino soy" (Ni Breton ni Français, Malouin suis).



El 11 de marzo de 1590, Saint-Malo proclama su independencia del Reino de Francia (1594-1791) y se vuelve la República de Saint-Malo. El episodio de cuatro años se terminará el 5 de diciembre de 1594 con la conversión al catolicismo del rey Enrique IV.
Tras la anexión definitiva del Ducado de Bretaña a Francia, y con el descubrimiento de América y el desarrollo de los intercambios comerciales ultramarinos, Saint-Malo se convirtió en un emporio económico. Tuvo numerosos comerciantes y armadores que actuaron en Europa y las Indias, y con las fortunas que acumularon construyeron en los alrededores de la ciudad mansiones rurales denominadas malouinières. De esta época datan personajes famosos como Jacques Cartier (descubridor de Canadá) o corsarios como Duguay-Trouin, René Moreau de Maupertuis y, algo más tarde, Surcouf.

El desarrollo de Saint-Malo es frenado por la Revolución francesa. El episodio más traumático fue el fusilamiento en las dunas de Talard de 60 «contra-revolucionarios» de la Armada vendeana en diciembre de 1793. El más joven tenía 16 años y el mayor 19.





Tras los episodios revolucionarios, Saint-Malo continuó su tradición marinera con el desarrollo de la pesca en alta mar, que hasta bien entrado el siglo XX fue una de las actividades principales de la ciudad. Sin embargo el turismo balneario llegó a la ciudad a mediados del siglo XIX e hizo que Saint-Malo fuera una de las estaciones balnearias más preciadas de Europa. René de Chateaubriand, un escritor romántico de las corrientes del siglo XIX, nació aquí, y sería finalmente enterrado en una tumba situada en la isla del Grand Bé.

Fruto del mencionado doble desarrollo económico, Saint-Malo se transformó a finales del siglo XIX y comienzos del XX: aparecieron numerosas mansiones y residencias secundarias a lo largo del Sillon, en Saint-Servan, Paramé y Rothéneuf, y el puerto se cerró finalmente mediante esclusas para impedir que estuviera sujeto a la acción de las mareas y hacer más eficaz el comercio marítimo y la pesca.




Durante la segunda guerra mundial tras el desembarco de Normandía y el avance aliado hacia Bretaña, las tropas alemanas se hicieron fuertes en Saint-Malo. Las tropas estadounidenses bombardearon intensamente la ciudad antes de que el general Andreas Maria Karl von Aulock se rindiese. En esta acción se utilizó por primera vez el napalm. La mayor parte de intramuros, así como el puerto, quedaron devastados.



Tras una restauración en estilo llevada a cabo pacientemente durante dos décadas, la vieja ciudad corsaria volvió a ocupar un lugar importante entre los destinos turísticos del norte de Europa, hasta el punto de que suele duplicar o triplicar su población durante el periodo estival.

Además del turismo, la ciudad ha sabido desarrollar una importante actividad industrial, lo que la sitúa como una ciudad de pequeño tamaño (apenas 50 000 habitantes) pero de gran dinamismo.




Saint Maló es actualmente fuente de inspiración para artistas ya que el casco antiguo se a conservado como antaño, una de las ultimas series de televisión que han tenido mucho éxito se a rodado en las calles de Saint Maló, la serie esta inspirada en la segunda guerra mundial y se llama "La luz que no puedes ver" adaptación de la obra literaria de Anthony Doerr premio Pulitzer 2015.  








Saint Maló nos gustó mucho aunque hay que dedicarle un par de días como mínimo, un punto fuerte son sus mareas de las que dicen pueden ser de mas de 14 metros de altura siendo de las mas altas de la zona, nosotros cuando fuimos la marea estaba alta, tenemos una perfecta excusa para volver otra vez para visitarla :-) y verla con la marea baja .

Nos pusimos en marcha ya que se nos estaba haciendo de noche, nuestro próximo punto de destino Cancale "La ciudad de las ostras".
























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