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Ruta Palamós → Peratallada

 Aprovechando un fin de semana que nos podíamos desplazar un poco nos dirigimos hacia Girona y mas concretamente a Peratallada y nuestra intención era también aprovechar y hacer una visita a Palamós por lo que tomamos como base de partida el area de autocaravanas Empordarea que está en el Baix Empordà en la Costa Brava, en el pueblo de Palamós de Girona, una ruta de poco mas de 250 Km. ida y vuelta que se puede hacer perfectamente en un fin de semana.

 El área está a poco mas de un kilómetro de la playa y tiene todos los servicios, dispone de unas 40 plazas amplias en las que no tendremos ningún problema en dejar nuestras AC y visitar varios sitios emblemáticos que hay muy cerca. (Ubicación 41.85766266993113, 3.114652468891333)

La primera visita que queríamos hacer era al pequeño pueblo medieval de Peratallada que se encuentra a unos 20 km aproximadamente desde nuestro campo base, la visita se puede hacer en una mañana sin problema y nos podemos desplazar con la AC ya que hay varios parkings y una area especifica para AC aunque de muy pocas plazas. Nosotros optamos por un parking municipal para Buses que al ser temporada baja tenia las barreras levantadas y pudimos aparcar sin ningún problema a escasos pasos del pueblo.

El parking que escogimos está en el Carrer Sant Feliu de Boada y accedemos al pueblo a través de una pequeña pasarela la cual nos adentra en las entrañas de la vila de Peratallada.

PERATALLADA








Según diversas referencias, los primeros orígenes de Peratallada fueron posiblemente calcolíticos, posteriormente con mejor conocimiento de restos arqueológicos, podemos citar que la cultura romana se asentó por lo que hoy es la villa y su entorno geográfico. Estudios realizados por D,Miguel Oliva Prat, cita el hallazgo en 1976, de un oenochoe griego en la finca denominada "Mas del Bou Negre". Por parte de sus propietarios durante las labores agrícolas, que en prospecciones posteriores proporcionaron fragmentos de cerámica común romana y terra sigillata, entre otros materiales.




Durante las restauraciones realizadas en el castillo en 1969, después de su adquisición por los condes de Torroella de Montgrí, fueron apareciendo diversos fragmentos cerámicos, vidrios típicamente medievales mezclados con restos de procedencia romana e incluso prerromana. Posteriormente en 1975 existen referencias de nuevos hallazgos de materiales cerámicos de época romana en un camino vecinal del Mas. En uno de los taludes y en superficie aparecieron fragmentos de tipología variada, que sus investigadores atribuyen a un período que se inicia entre comienzos del siglo I y perdura hasta finales del siglo III, d.C. Los materiales fueron depositados en el entonces Museu Puig Castellar de Santa Coloma de Gramanet.




Los primeros datos escritos que se tienen del lugar hacen referencia al Castillo de Peratallada del siglo X, por aquel entonces, perteneciente al linaje de los Peratallada y primera edificación que se tiene referencia del lugar, alrededor del cual, fue creciendo la población.









La visita a este pequeño pueblo de Girona es muy recomendable y no tiene mucha dificultad, en ciertos momentos durante la visita nos recordaba mucho a algún pueblo de Francia que han conservado como si fuera a principios del siglo pasado, es muy bonito y está repleto de detalles que nos transportan a tiempos muy lejanos. 





En Peratallada por el interior de sus murallas está repleto de pequeños bares, restaurantes y tiendas en las que podremos degustar platos exquisitos y comprar todo tipo de recuerdos, y no nos podemos ir sin tomar un suculento helado de las pequeñas heladerías que hay por el interior de sus calles. 


Terminamos la visita a Peratallada a medio día y decidimos regresar a nuestro campo base en Empordarea y como el día había sido caluroso y habíamos andado bastante y decidimos que teníamos que hacer una pequeña paella para recuperarnos  un poco, porque nos lo habíamos ganado :-)


Al dia siguiente dejamos aparcada la auto en el área y nos dirigimos a pie hasta Palamós que está a escasos 1200 mts. del área. 


PALAMÓS

(O Como se puede morir del éxito)
Ya habíamos visitado Palamós hacia muchos, muchos años y lo recordaba como uno de los principales sitios turísticos de la Costa Brava y mas o menos era bonito de ver pero sinceramente nos llevamos una desilusión muy grande al ver en lo que se ha convertido, turistas por todos lados, inmensos edificios de apartamentos a cual mas alto y grande, hoteles que bordean toda la playa, coches por todos lados incluso casi a pie de playa y el puerto se a convertido en un parking para yates, veleros etc, etc. quitándole todo el encanto que tenia antes al ser un puerto de pescadores y una ciudad con su casco antiguo mas o menos turística pero que tenia su encanto.


Esta imagen para mi representa un poco la actualidad de Palamós, lo nuevo (que no tiene ningún atractivo) coches, edificios, turismo y barcos por doquier, lo viejo (con todo el cariño) y lo antiguo con toda su historia conviviendo en un espacio de terreno muy corto, unos escondiéndose a "la sombra" y los otros a plena luz para hacerse ver.

Por suerte el casco antiguo de Palamós aun conserva su encanto, escondido entre sus calles retorcidas y estrechas aun podemos ver autenticas joyas visuales como la Iglesia de Santa Maria de Palamós.




Santa Maria de Palamós es una iglesia rendida a la cristiandad que, sin embargo, se resistió a todos los ataques de los piratas bárbaros hasta sobrevivirlos. Orientada al norte, imposible no admirar de este monumento su retablo mayor, obra de Isaac Hermes Vermey. Pero lo cierto es que esta iglesia va más allá; es una ojeada al arte de tres siglos diferentes, ya que se construyó en el s. XV, sobre los restos de otra capilla del s. XIV, y más adelante se le agregaron elementos del s. XVI. Por todo ello, Santa maría es, simple y llanamente, toda una sacra colección de arte.



Los cañones distribuidos por sus pequeñas calles parecen esperar a unos barcos piratas que ya nunca llegaran.



El casco antiguo y el puerto antiguamente pesquero ahora ya mas turístico que otra cosa es uno de los pocos sitios que aun conservan su encanto.







En fin una visita que es recomendable pero que nos a decepcionado un poco por lo masificado que está, por la fiebre de tocho, por el turismo sin control, pero aun nos quedan los recuerdos de como era hace mucho mucho tiempo, lastima que estos ya se están diluyendo también.

Un poco de Historia de Palamós según Wikipedia:
Las primeras referencias del asentamiento humano en Palamós se encuentran en el dolmen del Montagut (2500-1500 a. C.). y los posteriores restos de un poblado ibérico en la Playa de Castell. Por otra parte, algunos autores han supuesto que Palamós, con el nombre de Paleópolis, fue una de las más antiguas colonias que los griegos tuvieron en esta parte del litoral ibérico, pero lo cierto es que en la geografía y en la historia de la antigüedad no hay mención segura de este lugar.

En 1277, el rey Pedro III el Grande encargó la compra del castillo de Sant Esteve, construido sobre restos romanos, e inició el desarrollo de un nuevo núcleo de población, alentado dos años más tarde con la concesión de los privilegios descritos en la Carta Puebla y la creación de un mercado semanal. Pedro III compró el terreno en el que se asentó posteriormente la villa y dio a Astrugo Ravaya el encargo de fundarla, como excelente lugar de refugio para que los buques, en caso de temporales, acudiesen a dicha bahía. Su fundación, por tanto, fue consecuencia de la necesidad de un nuevo puerto real en la zona del Ampurdán, dado que el antiguo puerto de Torroella de Montgrí sufría una acelerada colmatación.

Varios documentos del rey Carlos I de España aparecen fechados en Palamós y en su puerto desembarcó Francisco I de Francia cuando marchó a España prisionero.

En 1543 los ataques de la escuadra turca de Barbarosa hicieron caer la villa de Palamós, ocasionando una gran catástrofe en la población. De esa época data una bula papal concedida para permitir la recuperación de Palamós. La peste asoló Palamós más de cien años después, en 1652, y fue el origen del voto de peregrinar una vez al año hasta la ermita de Bell-Lloch, datada del siglo xiii. En 1694 fue asaltada por los franceses, asesinaron a sus defensores y la guarnición se replegó en el fuerte. Al abandonarla, los invasores desmantelaron sus fortificaciones y en 1809, otra vez los franceses, la tomaron por la fuerza.

Durante la Guerra Civil Española, el puerto de Palamós, afín a la República, fue repetidamente bombardeado. En consecuencia, se construyeron búnkeres para la vigilancia de la línea litoral. Dos de estas fortificaciones aún se conservan en esta bahía: un búnker bajo la población de Sant Joan de Palamós y otra fortificación en el extremo de Garbí de la playa de Torre Valentina. Los ataques tuvieron lugar desde el mar, especialmente por parte del buque de guerra Canarias, y también desde el aire, como los proyectiles que la aviación italiana lanzó el 6 de agosto de 1938, hundiendo el conocido mercante inglés Lake Lugano.

Existen aficionados al submarinismo que acuden a la localidad por un barco hundido, el Boreas, que fue remolcador y rompehielos de la marina alemana durante la Segunda Guerra Mundial, siendo después utilizado para tráfico de drogas y confiscado por las autoridades ocupando espacio en el puerto de la misma localidad, hasta que finalmente se autorizó el hundimiento el 25 de enero de 1989. La localidad es conocida por la gamba de Palamós.















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