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SANT CELONI (2021)

Hicimos una pequeña ruta por el Montseny en un fin de semana y la primera parada que hicimos fue en Sant Celoni, estuvimos en el área de autocaravanas que tiene, está muy bien situada porque está muy cerca del centro del pueblo pero tiene el inconveniente que está justo al lado de las vías del tren y por la noche el paso de trenes es constante por lo que no recomendamos el pernoctar en ella, tiene servicio de llenado y vaciado de aguas sucias sin electricidad, dispone de 7 plazas pero esta en un parking publico con mas plazas de parking es recomendable si se tiene intención de visitar el pueblo.
Coordenadas: N 41°41’18.0528” E 2°29’38.5584”     41.688348, 2.494044


   
Sant Celoni es un municipio del Vallès Oriental que destaca por su privilegiada situación geográfica.

El municipio, de 64,4 km² de extensión, consta de dos núcleos urbanos, principalmente: Sant Celoni, el más poblado (16.359 habitantes, el 10-02-2016) y La Batllòria (1.328 habitantes, el 10-02-2016 ), a unos 5 kilómetros al noreste. El término municipal también incluye Vilardell, Sant Martí de Montnegre, Olzinelles y Fuirosos, núcleos del área del Montnegre que en el pasado habían constituido municipios con diversas fórmulas de agrupación.

A caballo entre las provincias de Barcelona y Girona y muy bien comunicado tanto por carretera como por vía ferroviaria, Sant Celoni se ha convertido en un municipio de referencia del Baix Montseny y es una de las principales puertas de entrada al Parque Natural del Montseny y el Parque del Montnegre y el Corredor, espacios naturales de gran riqueza y belleza paisajística.

Sant Celoni ofrece al visitante un rico patrimonio cultural, natural y gastronómico y una gran variedad de rutas de naturaleza con alternativas para todo tipo de público.

Historia
Los primeros Celonins habitaban en casas dispersas agrupadas en torno a la parroquia de San Martí de Pertegàs. En el siglo XI los señores del Montseny mandaron construir una capilla dedicada a Sant Celoni al pie del camino real de Barcelona a Girona.

Al inicio del siglo XIII ya había 72 fuegos o casas, y a mediados del XIV la población ya se acercaba al millar de habitantes. El 1370 los hospitalarios aprobaban las ordenanzas de buen gobierno, unas de las primeras en Cataluña, demostrando la pujanza y buena organización de la villa. En 1405 Sant Celoni pasó a ser propiedad de los Cabrera, que completaban así sus dominios en el Montseny.

Durante la edad media la villa de Sant Celoni estaba en las manos de los Hospitalarios de Sant Joan de Jerusalem. La ciudad fortificada es lo que hoy conocemos con el nombre de barrio de la Fuerza. La economía de Sant Celoni se regía principalmente por la artesanía y el mercado, donde todos los pueblos de los alrededores encontraban útiles y herramientas necesarias para cultivar la tierra. Así lo demuestran los oficios existentes en la villa: comerciantes de telas, mercaderes, tejedores, vanovers y manteros, peinadores de lana, sastres, zapateros, curtidores, curtidores, basters, carpinteros, herreros, molineros, panaderos, carniceros ...

La importancia de los tejedores de lana y lino propició el nacimiento de la industria textil a finales del siglo XIX y principios del XX, favorecida también por la llegada del ferrocarril en 1860. El relevo en esta vitalidad, tradicionalmente vinculada al comercio, el agricultura y la ganadería, ha sido tomado por la considerable implantación industrial, acaecida esencialmente a lo largo del siglo XX, erigida los últimos años como el principal motor de la economía local, complementado por el dinamismo del sector comercial y la pujanza de los servicios.

Plaza de la Villa
Se encuentra en la plaza de la Villa, el centro neurálgico de Sant Celoni que acoge mercados, fiestas y actos de todo tipo. Por su importancia, aquí se construyeron varios edificios de interés histórico y arquitectónico de entre los que destaca la Casa de la Villa.


A la derecha del ayuntamiento encontramos Can Ramis, una casa de los siglos XVII y XVIII que toma el nombre de la familia propietaria. Fue reformada en 1950 manteniendo buena parte de los elementos originarios, como el portal con el escudo familiar. Otros elementos que se conservan actualmente, como la galería de arcos rebajados del segundo piso, se añadieron recuperados de una casa de Barcelona.




Muchas tiendas del centro conservan detalles antiguos, pastelerias, panaderias incluso el mercado municipal merecen una pequeña visita para comprar productos de la tierra y cercanias.




Calle Mayor
El pueblo fue creciendo a lo largo de la calle Mayor, siguiendo el trazado del camino real medieval. Junto con la plaza de la Villa, la calle Mayor constituye el centro comercial del pueblo y reúne tiendas y establecimientos -algunos de tradición centenària- que dan servicio a la comarca natural del Baix Montseny.


Destacan algunas casas de entre los siglos XVI y XVIII.


En el número 93 está la casa de los varones de Vilardell, descendientes del legendario caballero, Soler de Vilardell. Dice la leyenda que un dragón feroz tenía atemorizada la población de Sant Celoni hasta que el caballero le dio muerte con su espada de virtud. El cae donde se ocultaba la fiera se puede visitar y forma parte de un itinerario cuyo puede solicitar información a la Oficina de Turismo. De esta casa destacan el balcón de hierro forjado y las baldosas decoradas. En el número 136 encontramos Can Maties con dos ventanas conopiales trabajadas en granito.


Iglesia Parroquial de Sant Martí
La iglesia Parroquial de Sant Martí es un edificio de estilo barroco que es, sin duda, el elemento más emblemático del patrimonio arquitectónico de Sant Celoni.


Los esgrafiados de la fachada, los más importantes del barroco catalán tanto por la gran superficie que ocupan como por el buen estado de conservación, se terminaron el año 1762. Muestran figuras alegóricas de virtudes (fe, esperanza, caridad y justicia), arcángeles, santos, ángeles músicos... que se ordenan en la fachada formando un retablo monumental que se restauró en el año 2003.


Otro elemento destacado de la portada es la escultura de Sant Martí, del escultor celonés Lluís Montané, hecha en 1953. En el interior, se puede ver otra imagen de Sant Martí, del mismo autor, el baldaquín con cúpula, obra del arquitecto Francesc Folguera y los murales del ábside del pintor Isidre Roig de Casas, con representaciones de varias escenas de la vida del santo. Se trata de un edificio de planta rectangular y ábside octogonal con contrafuertes en el exterior, entre los que hay cinco capillas a cada lado.









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