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AíNSA (HUESCA)



 RUTA → CANFRANC → AÍNSA → GUISSONA


Aínsa está en la provincia de Huesca y era nuestro segundo destino de la ruta Canfranc → Aínsa → Guissona, llegamos al parking de pago de autocaravanas que está situado justo enfrente de la entrada del casco antiguo de Aínsa.     Esta es la ubicación del parking


Hay muchas plazas de parking para las autos y son muy amplias y con un poco de sombra.


El parking es de pago (8 euros si no recuerdo mal) tiene solo servicio de vaciado de grises gratis y todo lo demás es de pago, agua y limpieza de potti se paga con monedas, nosotros (y varios autocaravanistas mas) tuvimos un problema con el pago del parking ya que las autocaravanas no pueden pagar con monedas y solo se puede hacer por vía App instalando una aplicación, lo intentamos con dos móviles diferentes pero el resultado fue el mismo: el servidor de telefonía móvil lo detecta como virus fraudulento y no lo instala. Al final lo solucionamos pagando como coche a la espera de que pasara el revisor pero nadie apareció creo que esto lo tendrían que solucionar.


Aínsa es un pequeño pueblo de Huesca, denominado como "uno de los pueblos mas bonitos de  España". La entrada a el casco antiguo está a poco mas de 100 metros del parking de autocaravanas.


Las primeras vistas que tenemos nada mas llegar al recinto amurallado son realmente impresionantes.



Aínsa está situada estratégicamente en la confluencia de los ríos Cinca y Ara, Aínsa es un punto de partida privilegiado para realizar excursiones a pie o en bicicleta, para montañeros y esquiadores, para cazadores y pescadores que encuentran aquí uno de los pocos rincones vírgenes que quedan en la actualidad, para amantes del arte y de la historia, y desde el que visitar el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, el Parque Natural Posets-Maladeta y, atravesando el “Biello Sobrarbe”, el Parque Natural de los Cañones y la Sierra de Guara.


El origen del castillo de Aínsa data del siglo XI. Formó parte de la línea de defensa de los territorios cristianos (línea que se extendía hasta Abizanda), y se convirtió en el embrión de la villa, que en la Edad Media fue amurallada, y se convirtió en la capital del condado de Sobrarbe que perteneció al reino de Nájera-Pamplona (antes de que este diera lugar al reino de Navarra) y luego se integró en el reino de Aragón.


En 1124 el rey Alfonso I el batallador otorgó la Carta puebla por la que se beneficiaba a sus habitantes con el fuero de Jaca.


La importancia de la plaza llevó que la iglesia de Santa María fuera concebida también como defensa, tal y como atestiguan las saeteras de su torre.


Aínsa tiene mucha historia detrás de sus muros ahora medio derruidos pero tubo mucha importancia en sus años de esplendor. 


La pérdida de importancia de la comarca del Sobrarbe llevó al declive de la actividad de Aínsa, que se mantuvo en un estado de subsistencia hasta principios del siglo XX, cuando las actividades tradicionales se vieron alteradas por los planes de construcción de diferentes presas, pantanos y otros sistemas hidráulicos destinados a la producción de electricidad y al suministro de agua para la llanuras del Ebro.


Esta actividad llevó a la expropiación y pérdida de tierras de cultivo de los valles y a la emigración de sus gentes. Muchos de los pueblos vecinos vieron cómo desaparecían la totalidad de sus habitantes y en otros como éstos disminuían drásticamente. Esto llevó a que pasaran a depender del ayuntamiento de Aínsa.




La limitación de recursos de todo tipo que la baja densidad de población y la complicada orografía llevaron a una crisis importante a mediados del siglo XX. Esta crisis fue superada mediante el florecimiento del turismo rural y natural.




A través de sus puertas de entrada podremos acceder a diferentes calles que forman el núcleo del casco antiguo de Ainsa, donde podremos ver simbologías y objetos de la época que mas o menos se han conservado intactos.

Detalles ornamentales de "La casa Bielsa"

La creación de varios parques naturales, primero el del Ordesa y Monte Perdido seguido de otros como el de la Sierra de Guara y la práctica del montañismo y de los deportes de aventura son la fuente económica más relevante de la población.







Cuando nosotros visitamos Ainsa era un día no festivo por lo que pudimos ver casi todas las calles sin el bullicio habitual de los turistas que normalmente llenan las pequeñas calles estrechas y muy bien conservadas.




En la década de 1960 Aínsa absorbió los municipios de Castejón de Sobrarbe, Coscojuela de Sobrarbe, Gerbe y Griébal, Guaso, Sinués y partes de Sieste y Santa María de Buil.


Las vistas desde los laterales de las calles de Ainsa dependiendo de las épocas del año son muy bonitas.






El casco antiguo urbano original de Aínsa es en sí mismo un monumento digno de visitarse, tal como se reconoció en su declaración de Conjunto Histórico Artístico.






Casi todas las calles de el casco antiguo de Ainsa desembocan en el mismo sitio: la Iglesia parroquial de Santa Maria, iglesia románica iniciada en el XI y finalizada en el XII. Se consagró en 1181. De sencilla portada de cuatro arquivoltas apoyadas en otros tantos pares de columnas con capiteles labrados de manera rudimentaria. Tiene una sola nave con bóveda de medio cañón apuntado. la torre, de dimensiones únicas en el románico aragonés, hace imprescindible su visita, con saeteras para la defensa.





La puerta de entrada de la Iglesia de Santa María como es habitual últimamente en todas las iglesias estaba cerrada a cal y canto pero por una pequeña puertecita de un lateral de la iglesia pudimos acceder a su interior, es una iglesia muy pequeña y muy austera.


  



La Plaza mayor de Ainsa está presidida por el edificio del ayuntamiento y abierta al castillo, se rodea por soportales en ambos lados. En estos soportales se encuentran los locales comunitarios donde se llevaba a cabo la prensa de la uva y actualmente son los reclamos de las tiendas y bares turísticos.





Normalmente cuando vamos por los sitios donde conservan sus calles y sus casas como en la antigüedad nos gusta hacer fotos a objetos que son originales o que las replicas se ajustan a la época y una de mis "manías" es hacer fotos a los "picaportes" ya que en cada zona tienen su propio estilo o características y aquí también tienen el suyo propio además de tener un buen surtido de ellos.






Este tipo de picaportes o "llamador" como aqui los identifican antiguamente cada uno tenia su simbología y su historia y dependiendo del lugar se le añaden otros tipos de símbolos religiosos o no pero aquí en Aínsa nos dimos cuenta que los picaportes tenían una forma un tanto especial que nos recordaba a algo muy cercano :-)  y investigamos un poco su significado hasta dar con un escrito del ministerio de Cultura y Deporte en donde se describe su significado.



Según aclara una publicación del Ministerio de Cultura y Deporte, son piezas relacionadas con el anhelo de una fertilidad sin fisuras: “Se trata del tipo de llamador o tirador más común en el Pirineo y Prepirineo (por ejemplo, son muy numerosos en la zona de Cinco Villas). A diferencia de los llamadores que adoptan forma de animal, cuya función es protectora, estos están relacionados con la fecundidad”.

En algunas piezas, el simbolismo es aún más acentuado de cara a asegurarse la descendencia, “pues a la representación de los genitales masculinos se suma una la figura de una concha, que tradicionalmente ha representado a los genitales femeninos”, concluye el estudio ministerial.


Este tipo de llamadores o "picaportes", aunque sin concha, se encuentran también con frecuencia en las puertas de las iglesias. La bibliografía recoge este dato para la comarca de las Cinco Villas. También son frecuentes en la provincia de Huesca. Por ejemplo, en las puertas de Llert (Ribagorza) y Camporrotuno (Sobrarbe), e incluso en sacristías, como en la de la iglesia de La Puebla de Fantova. En estos casos cumplirían únicamente la función de tiradores, si bien se desconocen sus connotaciones simbólicas en un contexto tan antagónico.


Algunos de los llamadores tienen una forma fálica evidente, mientras en otros la figura se presenta de una manera más disimulada. Algunos son una suma de transición entre el aspecto del aparato reproductivo y formas geométricas sin trasfondo alguno.

Y llegamos al fin de nuestro recorrido por Ainsa uno de los pueblos denominados mas bonitos de España.


En nuestra opinión si que es un pueblo bonito aunque lo vemos ya muy encarrilado al turismo, cuando lo visitamos era constante el ir y venir de turistas con maletas hacia sus casas o pisos alquilados por unos días en el casco antiguo. 


El entorno de Aínsa es muy bonito, espectacular, teníamos unas expectativas muy altas "peeero" tienen mucha faena por hacer pero creo que remodelando casas del casco antiguo para hacer pisos turísticos, bares y restaurantes no es preservar el patrimonio, en las murallas, entradas y zonas que no dejan dinero por decirlo de alguna manera les falta mucha rehabilitación pero eso no da dinero.


 Vale la pena ir a ver Aínsa? creo que si, repetiremos? nos lo pensaremos :-)


 
Nos pusimos en marcha y nos dirigimos a nuestro nuevo punto de destino Guissona en la provincia de Lleida.

















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