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Gordes → Notre-Dame de Senanque → Le Barcarès (Ruta de la lavanda 2021 7ª Fin)

Gordes → Notre-Dame de Senanque → Arles → Montpelier → Beziers → Coursan → Le Barcares.

Llegamos a Gordes por la tarde y buscamos el área de autocaravanas que tienen, es compartida con los coches a no ser que escojas las 6 plazas muy inclinadas que tienen, es de pago 13,5 euros, servicio de vaciado y llenado incluido. Bueno hasta aquí todo bien pero la realidad es otra. Al llegar por la tarde ya estaban las seis plazas ocupadas (primer error, pocas plazas en un espacio muy grande) por lo que nos pusimos en las de coches no se si era muy legal pero sacamos el tiquet para auto, no había muchos coches. El parking para coches por la noche era gratuito, ninguna plaza para autocaravanas (segundo fallo) al día siguiente fuimos a llenar y vaciar aguas y no pudimos una camper aparcada en el lugar de vaciado, no pudimos vaciar (tercer fallo ya que está mal indicado) y pusimos agua pero tampoco pudimos ya que no funcionaba el surtidor (cuarto fallo) , por cierto las seis plazas no se reservan osea que si sales de ella a la vuelta puede que no tengas sitio aun habiendo pagado, demasiados fallos para un área de pago y un sitio tan turístico como Gordes, muy mal por el Ayuntamiento de Gordes, me sentí un poco estafado, no pongo ni la ubicación porque no lo recomiendo.

 

Salimos de Gordes temprano parque queríamos ir a uno de los sitios que teníamos marcados como imperdibles y era la Abadia de Notre-Dame de Senanque esta muy cerca pero como no sabíamos como estaría el parking para las autos preferimos ir pronto, por suerte encontramos sitio por muy poco ya que casi era el ultimo espacio que quedaba.




Tuvimos mala suerte y la Abadia de Senanque cuando la visitamos estaba en plenas obras y no pudimos verla con todo su esplendor.

La Abadia de Senanque está muy cerca del precioso pueblo de Gordes, en Luberon, la Abadía de Nuestra Señora de Sénanque es un monumento imprescindible de ver en la Provenza. Ubicado en medio de campos de lavanda, en el fondo de un pequeño valle verde, fue fundado en 1148 por monjes cistercienses procedentes de Mazan, en Ardèche. Estos monjes siguen estando presentes en el lugar, viviendo dentro de la más pura tradición monástica, según la regla de San Benito. Sus días están presididos por la oración y el trabajo, que consiste en el cultivo de la lavanda y la producción de miel.




















Auténtica joya del arte románico provenzal, la Abadía de Sénanque constituye también uno de los testimonios más puros de la arquitectura cisterciense primitiva. La iglesia abacial, el claustro, el antiguo dormitorio, la sala capitular y el calefactorio (todos ellos construidos en los siglos XII y XII) están abiertos al público pero al estar en obras ahora no los pudivos ver con todo su esplendor pero las zonas que no están en obras son maravillosas. En la entrada nos advirtieron de con el fin de preservar la quietud del lugar la oración y el descanso de los monjes, las visitas se deben realizar en completo silencio …










El campo de lavanda que cultivan los monjes y que esta justo a la entrada de la abadía es muy bonito y creo que cada día es fotografiado miles de veces.






En el parking nos pudimos encontrar con el coche de "Sor Citroën" :-) 


Una vez finalizada la visita a la Abadia de Senanque regresamos al área de Gordes para así poder visitar también el casco antiguo de la ciudad.
Colgado en un promontorio rocoso de los montes de Vaucluse, en pleno Parque Natural Regional de Luberon, Gordes es un típico pueblo provenzal que parece sacado de una postal. Sus pintorescas callejuelas empedradas rodeadas de casas con piedra amarilla, sus fuentes y pasajes abovedados o su espléndido castillo renacentista que domina majestuosamente el paisaje, han atraído a muchos artistas, como Chagall y Vasarely, que vinieron aquí en busca de inspiración.








El origen de Gordes está vinculado a la tribu celta de los Vordenses que erigieron un oppidum defensivo para Cavaillon en la cumbre de la roca donde se encuentra actualmente el pueblo (el nombre de la ciudad vendría de Vordense, que se transformó en Gordenses y finalmente en Gordes).



Un paseo por Gordes ofrece, a la vuelta de cada esquina, magníficas vistas del maravilloso Parque Nacional del Luberón. Calles empedradas, con fuertes pendientes, rodeadas de una arquitectura llena de encanto.


Desde hace mil años, la masa impresionante de su castillo domina el pueblo. Guillaume d'Agoult, uno de los primeros antepasados de esta poderosa familia feudal que cubrió de fortificaciones todos los pueblos próximos, lo menciona en 1031. Sus sucesores lo refuerzan hasta hacer en 1123 un "mobile castrum", el único denominado así entre los numerosos castillos vecinos. Asediado en vano durante las guerras de religión, fue el feudo de los marqueses de Simiane, después de los duques de Soubise, y en el siglo xviii de los príncipes de Condé.





Importante lugar de resistencia durante la Segunda Guerra Mundial, fue muy activo y, hasta el último día, el pueblo y sus habitantes tuvieron que sufrir la ocupación alemana. El 21 de agosto de 1944, una semana después del desembarque en las costas de Provenza, el pueblo empezó a sufrir las violentas represalias.

El 22 de agosto de 1944, los alemanes entran en las casas de los habitantes que no se han podido poner a cubierto, disparando a los que se retrasan, y después, bombardean el pueblo, destruyendo una docena de casas, mientras que algunas otras son dinamitadas y después incendiadas, principalmente en las entradas de la ciudad para obstruir los cruces. Trece personas mueren o son ejecutadas, y es gracias a la intervención de un monje de la abadía de Sénanque que se evitan consecuencias más graves. El resultado del ataque fueron veinte muertos y veinte casas destruidas en total..

Una de los edificios que nos sorprendió fue la Iglesia de Gordes, la verdad es que nunca habíamos visto en un espacio tan pequeño tanta cantidad de motivos y cuadros religiosos y por suerte era una de las pocas que estaba abierta al publico, aunque en bastante mal estado de conservación no dejaba de tener  unas vistas maravillosas.






La iglesia de Gordes está dedicada San Fermín, patrón de la localidad y es uno de los principales atractivos de Gordes. Tiene orígenes románicos, aunque fue renovada en el siglo XVIII y ya queda poco de aquellos orígenes.
Hoy está muy remozada y llena de colores. Pero incluso con esos cambios (que tan mal casan con el espíritu del románico) aún se saborea en su interior aquella vieja sencillez, ese aire antiguo y austero y tremendamente espiritual que tanto nos gusta, lastima que se esté degradando tanto..








La iglesia está situada en pleno casco antiguo de Gordes y a muy poca distancia del castillo.


Después de tomar un aperitivo en una terraza nos fuimos de nuevo al área para recoger y ir a nuestros próximos destinos.
Pasamos de camino a nuestro destino por Arlés, Montpelier, Beziers, Coursan hasta llegar a Le Barcarès donde encontramos un área de autocaravanas que está muy bien.


Tiene todos los servicios y esta en primera línea de mar (mas o menos :-) ), es muy grande si no recuerdo mal mas de 100 plazas y de las que cuando sales un momento te guardan una plaza, el precio lo veo razonable 13,21€ con electricidad incluida, el único problema fue que ese día hacia mucho viento y no pudimos sacar la mesa y silla pero aun así estuvimos muy bien y muy tranquilos por la noche. 
Coordenadas: 42.80266240000651, 3.033517505799746  Ver en Google:

Port Barcarès está en el litoral de los Pirineos Orientales, la localidad playera de Port-Barcarès es poseedora de los distintivos Bandera Azul y Estación Kid, cuenta con una inmensa playa de arena fina (8 kilómetros de longitud). En la época veraniega, se ofrecen muchas actividades acuáticas, sobre todo de deslizamiento, para grandes y pequeños, es eminentemente una zona dedicada al turismo de playa.








Aun quedan algunas barcas de pescadores ya son una minoría lo que si que está claro es que resaltan por su colorido y por sus formas, también vimos unas de muy parecidas en el primer día de nuestra ruta en Colliure.



Por desgracia y muy a nuestro pesar nuestra ruta de la lavanda ya tocaba casi a su fin, poníamos ya rumbo a casa, en total unos 1.400 kilómetros, cerca de 1000 fotos y unos momentos inolvidables que sin lugar a dudas repetiríamos, no se si diseñamos la mejor ruta lo mas seguro es que no, supongo que las hay mucho mejores, a algunos sitios volveríamos encantados a otros quizás nos los saltaríamos, otros no podíamos verlos por falta de tiempo o porque no nos dejaron entrar con la auto (estos nunca saldrán en las fotos) pero ya son experiencias y momentos vividos que ya nadie nos las puede quitar,  supongo que por casualidad escogimos la mejor época que es la de la floración de la lavanda y coincidió cuando nos dejaron salir por el tema del Covid-19. Muchas cosas se han quedado en el tintero por el mismo tema del Covid-19 Châteaus cerrados, iglesias cerradas, miedos a las aglomeraciones, etc. etc. que os voy a contar. Esperemos que para la próxima ya no tengamos restricciones y podamos ver las cosas con mucha mas alegría y menos distancias. 
Hasta la próxima "Els Forasters".  

Por si queréis ver el video en YouTube de esta parte de la RUTA DE LA LAVANDA  os adjuntamos el siguiente enlace.

Video YouTube de la Abadia de Senanque















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