Lautrec es otro de los pueblos denominados “Les Plus Beaux Villages de France” osea uno de los pueblos mas bonitos de Francia, Lautrec es un municipio que está en el departamento de Tarn, en la región de Occitania, sus principales atractivos turísticos son el Castillo de Lautrec, un castillo medieval con una arquitectura impresionante la iglesia de Saint-Rémy, una iglesia con un patrimonio artístico muy rico, un molino de viento muy singular y el casco antiguo de Lautrec que tiene calles empedradas y edificios históricos con los típicos entramados de madera.
Intentamos ir a un área de autocaravanas que tiene Lautrec pero la verdad es que el área queda lejísimos del centro del pueblo aunque si está al lado de un parque acuático, como no era nuestra intención ir al parque acuático probamos suerte y miramos de aparcar en la entrada del pueblo, creo que no está permitido pernoctar pero solo queríamos visitar el casco antiguo y marcharnos y así lo hicimos, como era fuera de temporada no había mucha gente y encontramos un sitio donde dejar la auto aunque no las teníamos todas en que al regreso nos encontráramos con una multa por cualquier motivo, aunque había mas furgonetas y coches aparcados no nos fiábamos...
Empezamos a andar y entramos a el casco antiguo de Lautrec por una de sus puertas antiguas junto a las murallas que protegían antiguamente al pueblo y enseguida vimos que realmente era todo muy bonito, limpio y muy bien conservado.
Por una de las calles de Lautrec accedimos hasta la iglesia Collégiale Saint-Rémy, situada en el mismo corazón de Lautrec, es una joya arquitectónica con elementos de distintas épocas, como un impresionante techo de madera y un interior ricamente decorado. Ofrece una visión profunda de la historia religiosa y del arte del pueblo, cuando nosotros fuimos a verla estaban preparando un acto cultural por lo que no podíamos entretenernos mucho ya que el trasiego de gente era importante.
Una de las especialidades de Lautrec y por lo que también es famoso es por su ajo rosa, una especialidad local apreciada mucho más allá de las fronteras de Francia. Todos los años, en agosto, el pueblo celebra la fiesta del ajo (Fête de l’Ail Rose de Lautrec), donde los visitantes tienen la oportunidad de probar distintas variedades de ajo, participar en demostraciones de cocina y conocer la rica cultura local.
Después de visitar el casco antiguo intentamos visitar el molino de viento, llegamos a escasos metros de el pero la fuerte cuesta que hay para acceder a verlo nos lo impidió, tenemos la movilidad un poco reducida y no queríamos ponernos en peligro por un resbalón o una caída tonta y dar al traste con nuestra ruta, lo que habíamos visto hasta ahora de Lautrec nos había gustado mucho y ya nos dábamos por satisfechos. Volvimos a la autocaravana y vimos que no teníamos ninguna reclamación ni multa y nos pusimos en marcha para ir hasta Monestiés.

Monestiés era nuestro próximo destino en nuestra ruta por Occitania, Llegamos por la tarde y teníamos que vaciar y llenar de agua la auto por lo que nos fuimos directos al área de autocaravanas con todos los servicios que dicen que tienen en Monestiés, donde dicen digo digo Diego como yo digo :-) llegamos al área que en teoría está en el interior de un camping pero estaba cerrado (????) no teníamos mas opción que dormir en la calle o buscarnos la vida pero vimos que muy amablemente los del camping en una nota en la puerta decían que nos dejaban ocupar las tres plazas de parking que hay justo en la puerta para dejar las autocaravanas y usar el agua y vaciar las grises en un apartado que hay para ello, la segunda en la frente, no había agua y para vaciar las grises tenias que tirarte al suelo y poner una manguera enorme que hay y enchufarla a tu salida de grises, la verdad es que no me convencía ya que la ley de la gravedad dice que el agua va al suelo y así fue, al llenarse la manguera por el peso se cayó y fue toda el agua al suelo...(creía que eran mas inteligentes...), y para acabarlo de rematar un coche adaptado a vivienda no dejaba que las autocaravanas que tienen prohibido el paso al interior del pueblo aparcar delante del camping y se tuvieran que ir, vamos todo un desastre...
Para acabarlo de arreglar estuvo todo el resto del día hasta mediodía del día siguiente lloviendo y no nos pudimos mover de la autocaravana, a medio día aclaró y pudimos visitar el pueblo de Monesties.
Para entrar al casco antiguo de Monestiés lo hacemos desde el puente de Candèze un puente medieval del siglo XII que se conserva perfectamente, por este puente pasaban antiguamente los peregrinos que iban a Santiago de Compostela.
Enseguida nos encontramos con la Iglesia de San Pedro alrededor de la cual se creo el pueblo de Monestiés, por suerte las puertas de la iglesia estaban abiertas y pudimos acceder a ella.
La iglesia de San Pedro es una iglesia con un estilo arquitectónico interesante y un patrimonio religioso muy rico.
El retablo del altar mayor es impresionante, en madera tallada, pintado en dorado y mármol.
Tiene tres compartimentos delimitados por seis columnas de mármol con capiteles corintios (cuatro columnas delimitan el compartimento central). En el centro, lienzo que representa La Crucifixión con la Virgen desmayada sostenida por San Juan.
En los compartimentos laterales hay dos nichos arqueados con estatuas de San Pedro y San Pablo.
La iglesia románica original fue destruida durante las Guerras de Religión se conserva de la antigua iglesia la base del campanario con las ventanas tapiadas, la nueva iglesia data del siglo XV.
La plaza de la villa queda muy cerca de la iglesia en donde podemos ver también el edificio del ayuntamiento o "Mairie" como aqui le llaman.
El casco antiguo de Monestiés es impresionante, con sus calles empedradas y sus edificios medievales
Surcado por las aguas del río Cérou en el otro extremo del Monestiés nos encontramos con el otro puente medieval el "Pont du Groc".
En una de las calles de Monestiés pudimos ver una pequeña inscripción en castellano y un poco mas tarde nos enteramos de la historia de esa inscripción ya que huyendo de la España de Franco en 1939, Martine Vega y Francisco Bajen llegaron a Tarn. Cautivados por el encanto de Monestiés, se instalaron en una antigua casa señorial del siglo XV. En este mismo lugar, hoy las obras de los dos artistas se responden y complementan. “El pintor del silencio” y “el domador de colores” nos dejaron cuadros donde se combinan el sufrimiento del exilio, la espiritualidad y la búsqueda interior. este pequeño pero coqueto pueblo presume de ser centro de reunión de importantes artistas de la talla de Thomas Fersen, Louis Chédid, Vincent Delerm, entre otros.
Nos gustó mucho todo lo que vimos en Monestiés pero nos empezó a llover de nuevo y nos fuimos hasta la auto para dirigirnos a nuestro próximo destino en nuestra ruta por los pueblos mas bonitos de Occitania, nuestra próxima visita seria Najac.
Acceso a las diferentes partes de esta ruta a Occitania:
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